jueves, 24 de julio de 2014

Regalos y fuego

Hoy, he(mos) recibido un regalo. Una sorpresa. Y he tenido la misma sensación que cuando llueve una noche cualquiera de verano y vas sin paraguas y sin chaqueta para cubrirte los hombros, pero te detienes en seco y aprietas los ojos y miras hacia el cielo y disfrutas.

Ahí va:

"Inmundicia es la primera palabra del cuento que habitamos, del escenario dónde nos hicimos coincidir. Hoy puedo permitirme decir que sois una Isla, o más bien, un Oasis en la penumbra de la realidad. 
Quedan luces.
Gracias por recordarme día a día que son infinitas las chispas, que pueden llegar a ser llamas, que pueden llegar a ser hogueras, que pueden prenderlo todo y así darnos la oportunidad de volver a empezar"


Gracias, de corazón.