lunes, 24 de septiembre de 2012

Un shawarma amb tu és el millor que hi ha

¿Por qué siempre le damos un papel protagonista a lo insignificante y, en cambio, dejamos escapar las cosas más importantes aunque a simple vista nos parezcan una tontería?

Eres tú (y no como el agua de mi fuente). Lo sé. Estoy convencida de ello, de que eres tú mi persona, mi complemento directo, indirecto y circunstancial. El artículo necesario delante del nombre, el punto después de una frase. Los signos de interrogación en una pregunta.
Eres imprescindible para que este jodido mundo se ordene y deje de ser un caos. Mi caos.

Juntos formamos una máquina perfecta que tan sólo hay que aprender a ponerla en funcionamiento. Tú sabes más de engranajes, tuercas y demás herramientas que yo. Por ello a lo mejor, casi siempre, te dejo a tí que arregles los desperfectos. Al no tener libro de instrucciones le echaremos la culpa a los tiempos que corren, dónde para cualquier duda hay que llamar al servicio técnico. Pero es que en el amor no hay leyes, ni reglas, ni instrucciones.

"Dejarse llevar suena demasiado bien..."

Tienes luz, brillante, transparente. Llegaste con el verano, cuándo las tardes se hacen interminables y los amaneceres son demasiado pronto e inundaste toda mi vida con ella.

Entonces ahora, en este punto, te desvelaré un secreto: cuando era pequeña solían contarme el típico cuento en el que un caballero montado a lomos de su corcel rescataba a la princesa presa de un gran monstruo, en una torre alta y oscura. Y juntos escapaban para ser felices. Pues bien, ese caballero eres tú y has rescatado a tu princesa (la de la boca de fresa).

La vida es arriesgarnos, ensuciarse la manos, ir al corazón de las cosas, darse de de narices contra la pared, estar activamente involucrado en algo, ir más allá de uno mismo... Llegar hasta las estrellas...


"I fan l' amor d' una forma animal entre camises i xandalls, mitjons, petons i americanes..."


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